Infiltraciones y medicina regenerativa (AH, PRP y citoquinas)

Las infiltraciones intraarticulares y tendinosas son un tratamiento utilizado para aliviar el dolor y mejorar la función en patologías articulares y de los tendones. Dependiendo de la sustancia empleada y el lugar de infiltración, pueden tener efectos antiinflamatorios y lubricantes, con el objetivo de disminuir el dolor y mejorar la función de la zona afectada

  • Corticoides: Son potentes antiinflamatorios utilizados en patologías como la artrosis o la tendinitis crónica. Su efecto es rápido y eficaz para reducir la inflamación y el dolor, aunque su uso debe ser limitado para evitar efectos adversos como la degeneración del cartílago o del tendón.

  • Ácido hialurónico: Se emplea en artrosis y patologías degenerativas para mejorar la lubricación y amortiguación articular, reduciendo la fricción y el dolor. Su efecto es más prolongado que el de los corticoides y se recomienda en estadios iniciales de degeneración articular.

  • Plasma Rico en Plaquetas (PRP): Procedente de la sangre del propio paciente, contiene factores de crecimiento que estimulan la reparación de tejidos. Se utiliza en lesiones tendinosas y articulares con el objetivo de reducir el dolor y la inflamación.

  • Suero Autólogo Rico en Citoquinas (SARC): Modula la inflamación y favorece la reparación de los tejidos. Es una alternativa utilizada en patologías articulares y tendinosas crónicas, con un efecto antiinflamatorio prolongado.

Cada infiltración se indica según el tipo de lesión y las necesidades del paciente, buscando mejorar los síntomas y retrasar el deterioro tendinoso o la necesidad de medidas más agresivas como la cirugía protésica en el caso de la artrosis de rodilla y la artrosis de cadera.

Mano con guante administrando una inyección en una rodilla.