Ligamento cruzado anterior (rotura LCA)

El tratamiento de la lesión del ligamento cruzado anterior es en la mayoría de casos quirúrgico y se realiza mediante artroscopia.
Como resultado de la cirugía se originan 2 o 3 cicatrices de 1 cm aproximadamente, además de una adicional de mayor tamaño para la extracción del tendón que conformará el injerto sustituto del ligamento cruzado anterior.

Existen diferentes opciones de tendones para seleccionar dicho injerto:

  • Isquiotibiales

  • HTH (hueso-tendón-hueso): se extrae la porción central del tendón rotuliano con 2 pastillas de hueso asociadas.

  • Cuadricipital

  • Aloinjerto (tendón de cadáver)

Durante la cirugía se realiza un túnel en la tibia y otro en el fémur, a través de los cuales se pasa el injerto que realizará la función de nuevo ligamento cruzado anterior. La correcta posición de dichos túneles es clave para la estabilidad futura de la rodilla.

En casos de pacientes jóvenes con alta demanda, inestabilidad rotacional, hiperlaxitud o rerroturas del ligamento cruzado anterior se asocia un refuerzo que se denomina plastia extraarticular o plastia de Lemaire modificada.

La cirugía se suele realizar de forma ambulatoria o con estancia de una noche en caso de ser necesario. Una vez finalizada la cirugía comienza en las siguientes semanas la rehabilitación con el objetivo de retomar la actividad deportiva a los 8 o 9 meses de la intervención.

Infografía que muestra opciones de injerto para reconstrucción de ACL. Incluye autoinjertos de tendón rotuliano, tendón de isquiotibiales, tendón del cuádriceps y aloinjertos. Describe ventajas, riesgos y vistas anatómicas para cada opción.
Imagen de artroscopia mostrando una reconstrucción de ligamento cruzado anterior