Prótesis o artroplastia total de rodilla
La cirugía de prótesis total de rodilla es un procedimiento en el que se reemplazan las superficies de fémur, tibia y, en ocasiones, de la rótula por implantes artificiales de metal y polietileno. Su objetivo es aliviar el dolor y restaurar la movilidad en pacientes con desgaste severo del cartílago articular de la rodilla (artrosis de rodilla o gonartrosis).
Las principales indicaciones para esta cirugía incluyen:
Artrosis avanzada
Deformidades severas de la rodilla que limitan la movilidad y afectan la calidad de vida.
Se recomienda la intervención quirúrgica cuando la función de la articulación está gravemente comprometida, empeorando la calidad de vida y cuando el dolor no mejora con tratamientos conservadores como la fisioterapia, control del peso, medicación analgésica o incluso infiltraciones.
Actualmente, esta cirugía puede realizarse con la asistencia de tecnología robótica, lo que permite una planificación más precisa y supone una ayuda para el cirujano para una alineación óptima de la prótesis. Esto puede disminuir la posibilidad de errores y traducirse en una recuperación más rápida y menos dolorosa tras la intervención.
Determinados hospitales, visitados por el Dr Chaves durante su formación y fellowship, como el Hospital for Special Surgery (Nueva York, EEUU) y la Clínica Olympia (Madrid) han desarrollado protocolos para realizar la cirugía protésica de rodilla de forma ambulatoria, es decir, sin ingreso. Sin embargo, lo más habitual en los hospitales españoles es que esta cirugía se realice con una estancia hospitalaria de entre 2 y 3 noches.
La recuperación postoperatoria comienza idealmente el mismo día o al día siguiente de la cirugía con ejercicios de movilidad y carga progresiva. La fisioterapia es fundamental para fortalecer los músculos y mejorar la función de la rodilla. La mayoría de los pacientes pueden caminar sin ayuda en 4 a 6 semanas y retomando sus actividades normales en aproximadamente 3 meses y alcanzando la recuperación total a partir de los 6 meses, dependiendo de su evolución. Pese a ser una cirugía que, con una correcta indicación y técnica quirúrgica, tiene un alto índice de éxito, aún existe un porcentaje de pacientes cuya satisfacción respecto a la sensación de naturalidad, movilidad o actividades que pueden realizar no cumple sus expectativas previas. Entre las complicaciones más temidas está la infección, que ocurre en torno al 4% de casos y suele requerir una reintervención para su solución.