Lesiones del cartílago o lesiones osteocondrales

Las lesiones de cartílago o osteocondrales de la rodilla varían en su tratamiento según el tamaño de la lesión y si afectan solo al cartílago o también al hueso subcondral. Estas lesiones son comunes debido a traumatismos, enfermedades como la osteocondritis disecante o sobrecargas secundarias a una mala alineación de la extremidad (genu varo/genu valgo) o como consecuencia de cirugías previas como una meniscectomía extensa.

En ocasiones, como tratamiento inicial, se plantea la posibilidad de un manejo conservador que incluye reposo deportivo, fisioterapia y fortalecimiento de la musculatura, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o incluso infiltraciones con ácido hialurónico, PRP o suero autólogo rico en citoquinas. El objetivo de estas infiltraciones es controlar la sintomatología.

En casos, en los que el tratamiento conservador y las infiltraciones no consiguen hacer desaparecer los síntomas se requiere una actuación directa en la zona lesionada mediante cirugía. Dependiendo del tamaño de la lesión y si afectan solo al cartílago o también al hueso subcondral existen diferentes técnicas:

  • Desbridamiento de la lesión con o sin microfracturas: está indicado en lesiones menores a 2 cm que afectan solo al cartílago. Consiste en regularizar y estabilizar la lesión del cartílago y valorar realizar pequeñas perforaciones con el objetivo de estimular la médula ósea subyacente a la lesión.

  • Mosaicoplastia: indicada en lesiones de menos de 2 cm afecten o no al hueso subcondral. Consiste en extraer pequeños cilindros de cartílago y hueso subcondral de áreas de baja carga de la articulación de la propia rodilla y trasplantarlos a la zona lesionada.

  • AMIC (condrogénesis autóloga inducida por matriz): indicada en lesiones únicamente del cartílago con defectos mayores de 2 cm. Es un procedimiento que combina las microfracturas con la aplicación de una membrana biodegradable de colágeno que permite estabilizar y proteger el coágulo formado por las microfracturas. Existen diferentes variaciones y combinaciones de esta técnica con BMAC, PRP, ‘‘minced cartilage’’, etc.

  • Trasplante osteocondral: está indicado en lesiones mayores de 2 cm que afectan también al hueso subcondral. Consiste en el trasplante de exactamente la misma región anatómica proveniente de un donante. Se toma la región de la la rodilla con un cartílago sano del donante y se coloca en el defecto o zona lesionada del paciente. Presenta como dificultad la disponibilidad de tejido donante de características morfológicas similares a las del paciente.

El tratamiento de las lesiones es aún un reto dentro de la traumatología, sin embargo, algunas de estas técnicas han demostrado altos porcentajes de éxito y supervivencia incluso en deportistas de élite.

Además de este tratamiento sobre el cartílago, es recomendable valorar la existencia de comorbilidades como la mala alineación de la extremidad, que podría requerir de una osteotomía, la deficiencia o defecto meniscal, que podría requerir un trasplante del mismo o la presencia de inestabilidad en la rodilla, que debe ser solucionada.

Collage de imágenes mostrando una cirugía de trasplante osteocondral de rodilla, con imágenes de una articulación expuesta y un implante de rodilla. Incluye herramientas quirúrgicas y personal médico.
Infografía sobre el manejo de lesiones del cartílago, mostrando diferentes tamaños de defectos y sus tratamientos como la estimulación de la médula y el autoinjerto osteocondral. Incluye sección sobre comorbilidades como desalineación y deficiencia del menisco, proponiendo osteotomía y trasplante. Publicada por Arthroscopy Journal.