Ligamento cruzado posterior, ligamento colateral medial y ligamento colateral lateral

El ligamento cruzado posterior (LCP), el ligamento colateral medial (LCM) y el ligamento colateral lateral (LCL) son las otras tres estructuras ligamentosas que proporcionan estabilidad a la rodilla junto con el ligamento cruzado anterior.

La lesión de estos ligamentos es menos frecuente que la del ligamento cruzado anterior y pueden ocurrir de forma aislada o en conjunto con otras lesiones, dando origen a las lesiones multiligamentarias. En su mayoría, estas lesiones vienen ocasionadas por un antecedente traumático.

La lesión de estos ligamentos se acompaña habitualmente de sensación de crujido y dolor en el momento agudo y de posterior hinchazón. Aparte, cada uno de los lesiones presentará síntomas específicos:

  • Ligamento cruzado posterior: fallo e inestabilidad de la rodilla y traslación posterior de la tibia respecto al fémur.

  • Ligamento colateral medial: dolor en cara interna e inestabilidad o sensación de apertura en dicha región.

  • Ligamento colateral lateral: dolor en cara externa e inestabilidad o sensación de apertura en dicha región.

El diagnóstico de dichas lesiones requiere de maniobras exploratorias específicas para cada uno de los ligamentos como la prueba del cajón posterior para el LCP o maniobras de estrés en varo-valgo para los ligamentos colaterales. La confirmación de la afectación de estas estructuras se obtiene mediante pruebas de imagen como la resonancia magnética.

El tratamiento dependerá del grado de inestabilidad y de las características de cada paciente, si bien las lesiones aisladas de cada uno de ellos no requieren tan frecuentemente de tratamiento quirúrgico si se realiza un adecuado tratamiento conservador con ortesis específicas.

Diagrama de una articulación de rodilla humana mostrando el fémur, rótula, tibia, peroné, ligamentos colaterales lateral y medial, y los ligamentos cruzados anterior y posterior.